Jonatan Estébanez ‘Peta’ se corona rey del Corpus en la primera fase del Corte Puro

El de Arganda entendió y cuajó al difícil astado en la primera jornada de la competición que patrocina El Norte de Castilla

Salió por chiqueros y tenía ese no sé qué que enamora. Bajito, de manitas cortas, cuajado, badana de toro prohibido por ley, y serio. El de La Campana era un amor a primera vista, un flechazo en toda regla. Y ni siquiera dio la oportunidad a enamoramiento. Se rajó. Casi de salida. Se aculó en tablas y pidió guerra como el que pide despecho. Lo probó Dany Alonso, el de Vezdemarbán, en la boca de riego. Tenía una arrancada bestial, con fuerza y transmisión. Pero le costaba salir. Había que tocarle esas teclas que gusta a los lidiadores, dar la cara cuando toca argumentar ese amor imposible entre hombre y astado. Y ahí estaba Jonatan Estébanez ‘Peta’, seguro de vida en cualquier concurso que se precie. Porque el bicampeón de España se crece con los retos. Y ayer el pulso lo echó a golpe de riñón en una final solo apta para quienes un conocimiento socrático de los terrenos.

Jonatan Estébanez en uno de sus portentosos cortes. Foto: Daniel Villar.

Jonatan Estébanez en uno de sus portentosos cortes. Foto: Daniel Villar.

Se plantó el de Arganda del Rey en la boca de riego, giró sobre sí mismo y parió un corte de los que puntúan, docto en pureza, en dar ventaja a su oponente para ganarle la cara en el último metro y ser capaz de burlar su embestida con el pitón a escasos centímetros de su muslo. Benavente, cuna de tradición y pureza, crujía.

Exigía el de La Campana un diálogo de tú a tú, cercano. Quería esperar a su oponente, requería una batalla en la que el cortador se metiera a él. Y ahí regresó ‘Peta’ con su segundo y último embroque. Afiló espolones este gallo de pelea. Le habló, le dio el diálogo que quería escuchar. Un noviazgo de camelo. Y le ofreció su pecho. Se fue a por él. Pasos cortos pero contundentes, desafiando a la bestia, aculada en tablas. Era su moneda, la que ‘Peta’ le quería devolver a ese amor imposible. Le provocó en distancias cortas, un ligue de engaños, ofreciendo su cuerpo como presa. Así que a escasos metros el animal se arrancó con fuerza a por él. Ventaja, toda, de nuevo. Como dejándose coger para al final, a golpe de riñón, dejarle plantado en el altar del ruedo.

Despertó hasta al Dios dormido, se desató el lío ansiado con una plaza bocabajo. Se acababa de coronar rey del Corpus sin necesidad de referéndum. El jurado y la plaza lo tuvieron claro. Querían la monarquía del argandeño para la primera de las fases clasificatorias de la Liga del Corte Puro, el circuito más ansiado y cotizado de cuantos se celebran en el país. Así que Jonatan Estébanez, sin número que acuñe su reinado, simplemente el apodo de ‘Peta’, inauguró con victoria este exigente certamen organizado por Toropasión y que por segundo año consecutivo cuenta con el patrocinio de El Norte de Castilla. Abdicó así ‘El Chispa’, hasta ayer campeón de Benavente, que cuajó una solvente actuación que le pasaportó a la semifinal de Íscar.

El de La Campana de la final puso la emoción en las gradas. Dos cortes en la boca de riego de Dany Alonso le puntuaron como el segundo mejor de la tarde. Por detrás, un Roberto Vidal, de Villavicencio, que por segundo año consecutivo en este concurso soltó la trailla de sus riñones y engalgó en embestidas brutales que labró con embroques a cargo del cincel de su figura. Con cada uno de sus cortes resonaron los ecos de un público benaventano volcado con el vallisoletano. Su premio, el tercero, fue para su padre.

La cuarta posición fue para el segoviano Javi Olmos, de Fuentepelayo, que ofreció un toreo ortodoxo, mientras que el quinto fue un protestado Eusebio Sacristán ‘Use’, docto en saltos como dejó patente con su compañero Saúl Rivera, quienes, fuera de competición, se desquitaron con un mortal y un tirabuzón en una suerte que se antoja sacrilegio para la liturgia del corte puro.

El joven promesa Miguel Ángel Fernández sufrió un revolcón sin consecuencias. Foto: Fran Jiménez.

El joven promesa Miguel Ángel Fernández sufrió un revolcón sin consecuencias. Foto: Fran Jiménez.

Los cinco consiguieron el ansiado billete para la semifinal de Íscar, el próximo mes de julio. Junto a ellos se clasificaron un sensacional Rodrigo Burón, de Benavente, que ayer hizo méritos suficientes para haber estado en la final; el vallisoletano Rubén Sánchez; el debutante, de Simancas, Diego González; el zamorano de Peñausende, Saúl Rivera; y el madrileño Jesús Benito ‘Chispa’.

Se quedan así fuera de la siguiente fase los madrileños Rubén Monzón y David Rodero; el de Simancas Sergio Calleja; el benaventano Manuel Alonso; Javier García, de Fuentesaúco (Zamora); el coquense Conrado Ortiz ‘Conra’ y el segoviano Rafael Sanz ‘Rafi’.

Con lleno en los tendidos del coso benaventano, y un sol de justicia, arrancó este exigente circuito del corte puro. Cuatro toros de La Campana (y uno de la final) buenos en general, fueron los oponentes. Destacó el primero, que derrochó clase, emoción, transmisión y bravura. Noble, pero con un punto de emoción en su embestida. Canonizable primer novillo. El segundo, que apuntaba maneras, se golpeó con fuerza contra las tablas y se quedó como su nombre de herradero ‘atontado’. Desiguales de comportamiento fueron tercero y cuarto.

La novedad en esta Liga del Corte Puro, que alcanza su novena edición, llegó con un concurso junior que se desarrollará en cada eliminatoria. Ayer le tocó el turno a cuatro promesas. Dos de ellas, Arturo Tapia y Miguel Ángel Fernández, lograron su pase a la final de Valladolid. Los dos saborearon el triunfo, pero también la otra cara de la moneda, la de sendas cogidas sin consecuencias. Cara y cruz.

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